Hoy realmente tengo unos de esos días en los que quiero matar a todos.

Pero lo peor de todo es que tendría que matarme a mí misma, por no plantarme y tomar una decisión.
Tengo que cambiar de trabajo, no tanto por la plata sino por mi propia salud mental. Es increíble cómo, a pesar de que hacer terapia me ayuda mucho con esto, sigo en "stand-by" y sintiendo compasión y lástima.
Porque, sí, pensar en largar todo esto a la mierda y dejar en banda a mis jefes me da mucha lástima... porque son gente grande, porque realmente se les complicaría mucho poder seguir todos los proyectos que empiezan o terminan en la nada o que resucitan.

Y eso también es culpa mía, por ser mujer orquesta y querer estar atrás de todo. Esta característica mía les vino como anillo al dedo, total Gabriela que es tan eficiente arregla todo, se acuerda y sabe dónde está todo.

Y también tengo miedo, sí, miedo de no encontrar algo que me guste, miedo a caer otra vez en lo mismo.

No se imaginan el despelote que tengo en la cabeza... mañana la psicológa me va a querer apachurrar... y con toda la razón del mundo!