Andrómaca
(Ανδρομάχη)

12 de enero de 2005

Les Luthiers

Del show "Unen canto con humor" de 1994

- El regreso del indio (Chanson indienne)
- Manuel Darío (Canciones descartables)
- Así hablaba Sali Baba (Verdades hindudables)
- El negro quiere bailar (Pas de merengue)
- San Ictícola de los peces (Tarantela litúrgica)
- A la playa con Mariana (Balada no avalada)
- Perdónala (Bolérolo)
- Fronteras de la ciencia (Música del tercer tipo)
Bis:
- Vote a Ortega (Música proselitista)


Y ahora sí, para deleite de grandes y chicos...

San Ictícola de los Peces (Tarantela litúrgica)
(Versión teatral, Junio de 1994 – Les Luthiers unen canto con humor. MM: Marcos Mundstock; JM: Jorge Maronna; DR: Daniel Rabinovich; CLP: Carlos López Puccio; CNC: Carlos Núñez Cortés; Coro: Les Luthiers)

MM: Según algunos autores, los orígenes de la música religiosa se remontan a un pasado muy lejano; según otros, se hunden en la prehistoria. La discrepancia que surge es: ¿se remontan, o se hunden? Los pescadores primitivos ya entonaban fervorosos himnos litúrgicos para obtener una buena pesca, práctica que cayó en desuso porque dichos cánticos halagaban a los dioses, pero ahuyentaban a los peces. Por eso, los pescadores de la aldea de Rocca Povera, en el sur de Italia, le rezan a San Ictícola de los Peces, y le rezan por una buena pesca en la ermita del santo, situada en plena montaña, donde los peces no puedan oírlos. Rocca Povera depende para su subsistencia de unos pocos cultivos y de su empobrecida pesca; o sea, que su economía es "agropescuaria". Rocca Povera es pobre hasta en leyendas místicas: nunca un milagro, nunca una imagen que derrama lágrimas; no solamente a ninguno jamás se le apareció la Virgen, sino que de la iglesia de la aldea desaparecieron varios santos, un cáliz y dos relicarios. Pero los pescadores no pierden la fe; una vez más, como cada año en su día, se dirigen en procesión guiados por el cura párroco a la ermita de San Ictícola de los Peces, o San Ictícola de la Mar, para pedirle que, esta vez sí, atienda sus ruegos.

JM: Hijos míos, vamos todos a la ermita de San Ictícola para pedirle una buena pesca. ¡Vamos!

DR: La verdad, padre, desde que le rezamos a San Ictícola cada vez pescamos menos.

CLP: Antes sí que teníamos buena pesca por acá, con el santo que teníamos antes, pero... lo trasladaron.

JM: Es que San Ictícola sabe que entre vosotros hay herejes, perjuros, apóstatas... y por eso está molesto.

CNC: Padre, si le molesta la apóstata, ¿por qué no se opera?

CLP: Si por lo menos San Ictícola nos diera una señal, un signo.

CNC: Sísísí, un signo... ¡que sea el signo de Piscis!

DR: Padre, ¿falta mucho para la hermanita del Santo?

CNC: ¡La ermita, que hermanita, la ermita! El santuario, la capilla...

DR: ¿Está en capilla la hermanita del Santo?

JM: ¡Aaaaaah, ya estamos llegando!, vamos, vamos.

Coro: San Ictícola de la mar, San Ictícola de los peces te queremos solicitar que nos des una buena pesca, al contrario que otras veces no nos vuelvas a fallar.
Con fervor y con fe, te venimos a rezar, pero tú también pon un poco de voluntad. San Ictícola de la mar, San Ictícola de los peces, no nos vuelvas a fallar.

DR: ¡AAAAAAAAHHHHHHHH! (Se agarra el dedo con el acordeón de Núñez).

JM: Hijos míos, hemos venido en el día del santo para rezarle al santo en su saaaantoooo.

Coro: (Canto gregoriano a capella) San Ictícola de los peces, en tu día te imploraaamos. Cumple nueeestro pediiido, cumple nuestros ruegos en tu díiia... ¡Cumpleaños feliz!

JM: Hermanos, cada vez hay menos pesca... Y la culpa, es de vosotros porque vivís en pecado!

CLP: No, padre: vivimos del pescado.

JM: Oremos: San Ictícola de los peces, ten piedad de estos pobres pecadores.

Coro: San Ictícola de los peces, ten piedad de estos pobres pecadores.

JM: Te confesamos todas nuestras faltas.

Coro: Falta ropa, falta comida, falta dinero.

JM: Nos retractamos de las ofensas inferidas.

Coro: Nos retractamos de las ofensas inferidas.

JM: A nuestros padres, a nuestros hermanos...

Coro: A nuestros padres, a nuestros hermanos. Nos retractamos.

JM: A los hijos, a los cónyuges...

Coro: A los hijos, a los cónyuges. Nos retractamos.

JM: A los tíos, los primos, los sobrinos, los cuñados, los suegros, los yernos, las nueras...

Coro: Sí. Nos retractamos.

DR: Se ve que es un retracto de familia.

JM: San Ictícola de los peces, perdona a estos pecadores inicuos, impíos, perjuros, perversos, despreciables, degenerados.

Coro: No le crea, no es para tanto.

JM: Cantemos

Coro: (Nuevamente, gregoriano y a capella) San Ictícola de los peces, danos pescado abundante o caeremos en la tentación de la carne y la maldición del colesterol. Alabado sea el lenguado, y el bacalao alabao; luz divina la sardina, divina luz a la merluza.

JM: Entonemos grandiosos salmos... ¡salmones! y loas al atún.

Coro: (Sí, otra vez). Loas atún, loas atún, atún, atún atunooooombre.

JM: Hijos, les voy a leer la vida de San Ictícola

DR: ¿Toda, Padre?

JM: Don Ictícola Fiorentini fue un honesto mercader que vivió en la Toscana en el siglo XI, que descubrió su vocación religiosa el día en que casi muere atragantado por una espina de besugo. Su abnegada esposa salvó su vida extrayéndole la espina, pero esos instantes de pánico le causaron una tremenda impresión. Ictícola nunca había visto tan de cerca a la muerte, ni a su esposa. Entonces decidió tomar los hábitos... sobre todo el hábito de no comer pescado, y comenzó su prédica. La prédica contra el consumo de todo tipo de pescado. En 1614 fue canonizado como San Ictícola de la Mar, protector de los peces, encargado de mantenerlos alejados de las redes de los pescadores...

CNC: ¡¿Y qué estamos haciendo aquí?¡, ¿qué estamos haciendo aquí?¡ ¡¿Se puede saber qué estamos haciendo acá?!
JM: Lo que pasa es que esta parte no la había leído nunca...

CNC: Era San Ictícola el que nos arruinaba la pesca... ¡Tan santito que parecía!

JM: No, está bien, está bien. No debimos rogar a San Ictícola.

CNC: Si ruega, porque ruega, si no ruega, porque no ruega...

DR: Hablando de Noruega, ¿se acuerdan de las turistas noruegas, del año pasado?

CNC: ¿Y qué tiene que ver eso?

DR: Dejemos la pesca, dediquémonos al turismo. Aprovechemos nuestras hermosas playas, el sol del Mediterráneo... Así vienen las turistas noruegas.

JM: Esas turistas nórdicas son impúdicas... Los hombres las espían, y luego viene la tentación, los malos pensamientos. Toman sol con el torso desnudo. No no no, esas cosas nunca vienen solas.

DR: Y no, vienen de a pares... la tentación y los malos pensamientos.

JM: Nononono ¡no voy a permitirlo!... No insistan....Bueno, ya que insisten tanto, está bien. ¡Que vengan las turistas!

CLP: Padre, ¿a quién le podemos rezar para que nos mande turistas: suecas, belgas? ¡Alemanas!

JM: Con el torso desnudo... hay una santa: ¡¡Santa Lola de los Lactantes!! Vamos a rezarle.

Coro: (Acá cantan con música eh) Suecas, belgas y alemanas son mujeres muy completas por su cuerpo seductor... por la gracia de sus piernas, por la gracia de sus...

JM: ¡Ah no no no!

Coro: ¡por la gracia del Señooor!

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal