Andrómaca
(Ανδρομάχη)

7 de enero de 2005

Verano

El 2005 arrancó con todo, desde Noche Vieja que estamos sufriendo las llamadas "olas de calor", lo que hace que Buenos Aires sea una especie de sucursal del infierno.

Por suerte, en las alturas del piso 17 cuando anochece empieza a correr un poco de vientito fresco y se puede dormir bien... ¡bah! con la ventana abierta a todo trapo y en bombacha. Esta sensación de bienestar se interrumpe cerca de las 6 a.m. cuando empieza a asomarse el sol, que da de lleno sobre la habitación, lo que precipita la bajada de la persiana.

Lo que no termino de entender es por qué, si hace más de una semana que me despierto aproximadamente a las 7:20 a.m. porque entra luz por las rendijas de la persiana y la puerta de la habitación que queda abierta, son las 11 de la noche y no tengo sueño --como suele ocurrir habitualmente.
Eso sí, la hora que logro dormir entre las 7:30 y las 8:30 que suena el despertador, me hace pelota... no me puedo levantar.