Andrómaca
(Ανδρομάχη)

27 de junio de 2005

Ya voy por los dos meses sin pucho. Wi!

El otro día le comentaba a Chris cómo me molestaba ahora el estar en un bar, por ejemplo, rodeada de humo. Cuando fumás no te das cuenta, perdés la noción de cuánto puede molestarle a los demás que les piquen la garganta o los ojos, o el llegar a tu casa impregnado de olor a cigarrillo.

El sábado fui al cumpleaños de Seba, el novio de Bettu, y uno de sus amigos (que se parecía a John Cusack) también hacía poco que había dejado de fumar y contaba cómo, además de lo adictivo del tema es una cuestión de costumbre.
Este chico contaba que ya tenía incorporado el sacar un cigarrillo mientras cerraba la puerta de su casa. O como estando en una reunión notás de golpe que te falta algo... y sí, es el pucho entre los dedos. Y es verdad, no sólo es cuestión de dejar de fumar, sino de cambiar y dejar hábitos y costumbres.

1 Comentarios:

A la/s 12:16 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

jejeje se está haciendo realidad eso que dicen que los que más rompen las pelotas a los fumadores son los EX-FUMADORES, y está muy bien, x que hablan con fundamento teórico y práctico ; )

Seguí así

 

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