Andrómaca
(Ανδρομάχη)

9 de noviembre de 2005

Touring, touring... it's never boring

Este fin de semana viajamos a Rosario a visitar a nuestro amigo Alejo y su familia.
Yo no conocía la ciudad así que fue como una pequeña aventura y una linda ocasión para viajar sola con Chris (la última vez fue en las vacaciones de marzo). Además, como Chris había ido algunas veces hace ya muchos años fue una especie de "revival"

Rosario es una ciudad rara: diferentes barrios de Buenos Aires mezclados en una coctelera y servidos a orillas del Paraná. Una mezcla de Villa Luro, Belgrano, Rosedal de Palermo, Recoleta, Palermo y muchos edificios trasuntan ese aire típico de construcción setentosa, con mucho hormigón pintado a la vista, casi casi como la Costa.
La avenida Pellegrini (donde se concentran los restaurantes) sin embargo se me presentó con un resabio a centro de Guarujá pero sin los azulejos de colores.

Todas las ciudades tienen cúpulas y detalles en las alturas de los edificios que a simple vista no se ven, y Rosario no se queda atrás. Muchos edificios estaban en restauración y limpieza (por ejemplo la Universidad y la Central de Policía) o ya habían sido pintados y limpios. Vimos leones, puertas enormes con rejas labradas con figuras, guardas con arabescos, cúpulas y estatuas de bronce en los techos.

Llegamos el sábado al mediodía. Avisamos que habíamos llegado sanos y salvos, dejamos el bolsito en el hotel y nos fuimos a picar algo en un restaurante cercano. El mozo que nos atendió: un personaje! Un trato muy particular que a otras personas podría resultarle un poco chocante.
Curiosidad 1: sábado a las 13.00 el restaurante estaba vacío... o los rosarinos almuerzan muy tarde o no tienen la costumbre de hacerlo afuera un fin de semana.
Curiosidad 2: no hizo falta pedir hielo para la gasesosa de Chris
Después de comer nos fuimos a acostar un ratito (sólo teníamos 3 horas de sueño y algunos ratos robados en el micro) y cerca de las 16:00 nos pasaron a buscar en el Lambertimóvil.




Fuimos a una playita a orillas del río a tomar unos mates y a ver cómo Alejo se congelaba al entrar al río para nadarse unos "largos" (1300 m creo que dijo).
Luquitas se portó de maravillas, a pesar de que está empezando a cortar los dientes: se ve por ahí en la boquita la incipiente punta de un dientito, así que ya están considerando seriamente en munirse de un amplio stock de "Muelita"
Al caer el sol, enfilamos con el auto a hacer una recorrida general por La Florida, las canchas de Central y Newell's, los parques, las avenidas principales y el centro.
En acto oficial hicimos entrega de los regalos para Luquitas (se me fue la mano con el talle de la ropa :doh:), Ale (bolso y billetera con diseños orientales) y Alejo.

Después volvimos al hotel a descansar un ratito y juntar fuerzas para la cena en la parrilla "Patagonia"
Parrillada copiosa aunque el cordero dejó bastante que desear. Postre de sambayón, tiramisú y karajillo. Luquitas durmiendo lo más pancho en su cochecito y nosotros charlando, que si no fuera porque estábamos todos cansados nos quedábamos hablando hasta cualquier hora de la madrugada.
Curiosidad 3: no sólo no fue necesario recordar al mozo que nos traiga hielo, sino que a falta de una nos dieron dos!!




El domingo nos levantamos temprano, desayunamos y a eso de las 11:00 partimos a pie por Av. Córdoba con destino al Monumento a la Bandera. Vimos rarezas, pintadas, esténciles locos y parecidos con Buenos Aires.

Cuando llegamos al Monumento el sol ya calentaba lindo y el cielo casi no tenía nubes, así que la vista de todo el conjunto era más imponente todavía... no sé, me agarró como una cosita así de corazón henchido de patriotismo. Subimos al monumento y las vistas que hay desde ahí son maravillosas: el río, las islas, la ciudad...







Después nos fuimos a caminar por la Feria de las Colectividades en el Parque de la Bandera y nos tomamos un exprimido de naranja con ingredientes en un barcito a la orilla del río.

La feria está armada con carpas en un parque al aire libre, con un escenario al costado del río donde a la noche seguramente hay shows. Había stands de Eslovenia, Rusia (junto con Bielorrusia y Ucrania), Uruguay, Chile, Siria, Líbano, Japón, Irán, Alemania, Irlanda (hurray!!), Perú, Austria, Croacia, Italia (divididos en regiones) y España (también divididos en vascos, catalanes y demases)
Nos recostamos sobre nuestros saquitos a la sombra de un árbol... hasta que vi las hamacas y no pude con mi genio :D



Picamos algo en la feria (una tortilla de papas y natilla, gentileza de los vascos) y nos fuimos a tomar el barquito que hace un paseo por el río.



14.30 zarpó el barco. Como el río estaba bajo no pudo hacer el recorrido entre las islas, pero igual se comprometieron a las 2 horas de navegación.
El camino de ida pasamos por la isla del Espinillo, donde hay una reserva ecológica y viven algunas personas. También están los campings de algunos clubes.
A la altura del puente Rosario-Victoria el barco empezó el camino de regreso, y ahí nos fuimos a la cubierta a sacar algunas fotos... y de paso le di a Chris una clase práctica sobre cómo estaba construido el puente y para qué servían algunas cosas que estaban instaladas (antes de que lo explique el guía, jejeje). Y ahí fue que nos agarró el sol que tan bien veníamos evitando durante el día!

Cuando volvimos a tierra fuimos a caminar por el centro Rosarino, mientras los Lamberti se reponían de un almuerzo familiar más que abundante y encabronamientos varios porque Central perdía el clásico :P
Merendamos en el famoso bar El Cairo. Los puristas y viejos habitués ya no van, pero a mi me gustó el lugar: lo remozaron y quedó como una confitería moderna.
Curiosidad 4: un tostado en Rosario son dos de Buenos Aires, incluido el Carlitos que según nos explicaron es tradición compartir entre dos.

Nuevamente nos juntamos con los chicos para un último paseito, que nos llevó a la feria de antigüedades, donde conseguí dos libros: "El americano impasible" de Graham Greene y uno de H.G. Wells que nunca más devolvieron a la British Library de Rosario.



Sacamos las últimas fotos del rollo :P, pasamos a buscar los petates por el hotel y nos alcanzaron hasta la terminal.


No hace falta aclarar que fue un fin de semana glorioso, ¿verdad?

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal